jueves, 7 de septiembre de 2023

El castigado peso argentino enfrenta riesgos de sufrir otra devaluación tras las elecciones presidenciales de octubre o de una potencial segunda ronda en noviembre, halló un sondeo de Reuters entre economistas y estrategas de divisas.

El mes pasado, como parte de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno peronista depreció el tipo de cambio referencial en alrededor de 18% y lo fijó hasta octubre a 350 por dólar luego de una votación primaria clave.

Pero ahora está previsto que se cotice a 419,8 por dólar en tres meses, de acuerdo con la estimación mediana de 19 economistas encuestados del 1 al 5 de septiembre.

Esto implicaría una devaluación de 16,6% poco después de las elecciones del 22 de octubre y un posible balotaje el 19 de noviembre.

Solo un participante del sondeo vio al peso virtualmente sin cambios en el período, en 355 por dólar, mientras que todos los demás anticiparon una ruptura de la paridad fija, con estimaciones que iban desde 383,8 a un pronóstico de 700 en el caso del banco de inversión Goldman Sachs.

“Congelar el tipo de cambio oficial de acá a las elecciones es complejo porque la inflación va a haber más que erosionado la competitividad cambiaria obtenida con la devaluación realizada tras las PASO (primarias)”, dijo Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis macroeconómico de Equilibra.

“Por eso, es que tras unas semanas de calma esperamos un ajuste significativo del tipo de cambio oficial hacia fin de año(…) el FMI volverá a exigir una corrección para realizar nuevos desembolsos”, agregó.

El Fondo, que según medios argentinos ha cuestionado el complicado esquema cambiario de múltiples tasas, reconoció “esfuerzos para fortalecer el régimen de divisas” al liberar un tramo de la línea crediticia del país cuando el gobierno anunció la devaluación.

En 12 meses, se prevé que el peso se debilite 65% para negociarse a 1.004 unidades por dólar. En los mercados paralelos donde opera libremente, ya se cotiza más cerca de ese nivel, en alrededor de 720 por dólar, equivalente a una brecha de aproximadamente 100% sobre el tipo de cambio oficial.

El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa, a quien los peronistas eligieron como su candidato para suceder a Fernández, culpan a una importante sequía que sufrió el país este año, a las maniobras de la oposición y a la codicia empresarial por los males económicos de Argentina.

En contraste, los principales contrincantes Javier Milei Patricia Bullrich, cuyos partidos relegaron al peronismo a un tercer puesto en la primaria, apuntan al exceso de gasto público y la impresión de dinero como las raíces del calvario argentino.

“El gobierno va a tener que devaluar de nuevo después de las elecciones porque se vuelve a quedar sin nafta (gasolina)”, dijo Gabriel Caamaño, socio gerente de Consultora Ledesma. “Si es después de las elecciones generales o del balotaje, es una cuestión de cuál será el resultado”.

En lo que va de 2023, el peso argentino acumula una caída de 50%. El real brasileño y el peso mexicano, las dos principales monedas latinoamericanas, han ganado 6,4% y casi 12%, respectivamente.

En un año, el real operaría a 5,03 por dólar, apenas 1,2% más débil que su valor del martes. El peso mexicano también registraría una pérdida relativamente escasa, de 2,3% en 12 meses, cambiando de manos a 17,84 por dólar.

Fuente: Reuters