Leandro Suárez, el único acusado por el asesinato ocurrido el 7 de noviembre de 2021, recibió la pena máxima tras el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de La Matanza.

30 de agosto 2022

Roberto Sabo fue asesinado el 7 de noviembre de 2021.
Roberto Sabo fue asesinado el 7 de noviembre de 2021.

Esta tarde, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°2 de La Matanza condenó a cadena perpetua al único acusado por el crimen de Roberto Sabo, el kiosquero de Ramos Mejía asesinado el 7 de noviembre de 2021.

En la lectura del veredicto que comenzó pasadas las 14:00, Leandro Suárez, de 29 años, recibió la condena solicitada por el fiscal Sergio Antín, quien aseguró que no existió un forcejeo entre la víctima y el homicida sino que éste “ejecutó” al comerciante.

En su alegato, el fiscal había solicitado que Suárez sea condenado por los delitos de “homicidio calificado con la participación de una menor de edad, robo calificado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra”.

La defensa de Suárez planteó que había existido un forcejeo, hipótesis que el propio fiscal desestimó al remarcar que el asesino “efectuó cuatro disparos contra la víctima, dos que impactaron en el rostro y dos en el tórax. Todos fueron a corta distancia, de forma descendente, casi a modo de ejecución”.

Padre Sabo, padre de la víctima, emocionado tras la última audiencia del juicio (Foto: Gentileza Instagram @documentos_de_una_vida).
Padre Sabo, padre de la víctima, emocionado tras la última audiencia del juicio (Foto: Gentileza Instagram @documentos_de_una_vida).

Los abogados de la familia de la víctima, Humberto Próspero y Juan Triverio (miembros del estudio de Fernando Burlando) acreditaron durante el juicio que Sabo jamás se resistió al robo y esperaban que Suárez recibiera la pena máxima.

Triverio consideró que Suárez actuó con un “desprecio total y absoluto por la vida humana”. Próspero, por su parte, exigió que la reclusión perpetua sea por tiempo indeterminado.

Leandro Suárez asesinó a Roberto Sabo con cuatro disparos (Foto: Gentileza Instagram @documentos_de_una_vida).
Leandro Suárez asesinó a Roberto Sabo con cuatro disparos (Foto: Gentileza Instagram @documentos_de_una_vida).

La defensa del acusado había solicitado una condena de 15 años de cárcel por “homicidio en ocasión de robo”. Argumentaron la inexistencia de pruebas para afirmar que Suárez tuvo intención de matar.

Tras conocer el fallo, el doctor Burlando dijo a TN: “Cuando uno analiza determinadas situaciones, Roberto era la persona que hacía todo bien. Estaba un domingo, trabajando, quitándole horas a su familia para trabajar. Para poder llevar aquellas necesidades que tienen las familias a la casa”.

Y continuó: “Del otro lado la oscuridad absoluta, un tipo que sale con una menor, con dos armas, y no solo que roba si no que también mata. Un trabajador de los domingos”.

El crimen de Roberto Sabo

Durante la mañana del 7 de noviembre de 2021, Suárez se dirigió a una remisería en San Justo junto a una adolescente y le ordenó al conductor de un Ford Focus dirigirse hacia Ramos Mejía.

El asesino le pidió detenerse unos minutos en el kiosco “Drugstore Pato”, atendido por Sabo, ubicado en pleno centro de Ramos Mejía. Durante el juicio, la Justicia constató que ingresó al lugar con “una pistola semiautomática 7,65 mm o similar al calibre 32, con numeración suprimida, cargada con al menos un cartucho, y un revólver calibre 22″.

Los hijos de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado en Ramos Mejía (Foto: Facebook / Nicolás Sabo).
Los hijos de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado en Ramos Mejía (Foto: Facebook / Nicolás Sabo).

Una vez adentro del comercio, intimidó al hombre que tenía 45 años y, tras sustraer $10000 de la caja, le disparó seis balazos. Sabo murió en el acto.

Tras el asesinato de Sabo, Suárez volvió a subir al vehículo e amenazó con la misma arma al remisero. Luego le robó $6000, un teléfono celular y el auto con el que más tarde intentó huir. Chocó el vehículo a las pocas cuadras y ambos descendieron con el objetivo de ingresar en un supermercado. Allí cambiaron sus prendas, buscaron evitar ser identificados y más tarde fueron detenidos en Ramos Mejía.

“Actualmente, en el kiosco está un primo y mi abuela. Hay que seguir laburando, el kiosco sigue en pie. A mi viejo lo vamos a extrañar toda la vida”, completó Nicolás Sabo, hijo de la víctima.