Conocido localmente como Suchitlán, que significa “lugar de flores”.

jueves, 24 de noviembre de 2022

Un caballo se adentra en un mar de botellas de plástico, latas y lodo verde que llena el lago de agua dulce más grande de El Salvador, imágenes desoladoras que muestran cómo una fuente de agua potable clave es abandonada incluso cuando la preocupación por el medio ambiente a nivel mundial va en aumento.

Conocido localmente como Suchitlán, que significa “lugar de flores” en la lengua indígena náhuatl, el ecosistema del embalse de Cerrón Grande alberga peces autóctonos, aves acuáticas y mamíferos como pumas y ocelotes.

Un lugar protegido en el papel, en realidad es una de las masas de agua más contaminadas de Centroamérica.

La incapacidad del gobierno para controlar los residuos que inundan el embalse clave se produce cuando los líderes mundiales se reunieron en Egipto la semana pasada para debatir las prioridades medioambientales en la cumbre del clima COP27.

En Suchitlán, las mujeres que navegaban en botes desvencijados trabajaban desde el amanecer para quitar la basura que asfixiaba el lago, pero tras una breve campaña de limpieza, el Gobierno recortó el presupuesto para los trabajadores y el esfuerzo se abandonó hace semanas.

La basura que se acumula en el embalse procede del río Lempa, que fluye desde Guatemala occidental a través de la vecina Honduras, antes de depositarse en Cerrón Grande, situado al pie de la mayor presa hidroeléctrica de El Salvador.

Los residuos no tratados de la capital salvadoreña también son arrastrados por el río Acelhuate antes de llegar al Lempa, amontonando aún más desechos.

Las autoridades de la cercana ciudad de Potonico, la más afectada por los residuos, afirman que, aunque los habitantes de la zona no son responsables del agua contaminada, su salud y sus medios de vida están pagando el precio.

Alrededor de una quinta parte de la basura producida en el pequeño país centroamericano no se procesa correctamente, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, lo que significa que unas 845 toneladas de residuos llegan diariamente a ríos, lagos y playas.

El Salvador es una de las naciones más pobres de América Latina. Su popular presidente, Nayib Bukele, se ha centrado en la detención de presuntos pandilleros y en impulsar la economía con una controvertida apuesta por la minería de bitcóins impulsada por el volcán, que hasta ahora ha dado pocos resultados.