Los presuntos asesinos tienen 24 y 20 años. Además, hay una menor de 17 que también quedó imputada como encubridora. No se sabe aún cómo fueron asesinadas. Uno de los cadáveres fue hallado esta mañana

4 de Octubre de 2022

El operativo de la Policía y los Bomberos

La presunta confesión de Ismael Castro, un joven de 20 años de la ciudad de Córdoba estremece. Cuando la Policía llegó este domingo hasta su domicilio del barrio Autódromo, en el noroeste de la capital provincial, admitió ante los efectivos que junto a Esteban, su hermano mayor de 24 años, fueron los autores del salvaje doble crimen de su mamá y su tía, a quienes supuestamente asesinaron y arrojaron en un pozo profundo ubicado en la parte trasera de la casa.

Los sospechosos quedaron detenidos y luego de casi 48 horas de búsqueda, finalmente uno de los cadáveres fue encontrado. El hallazgo del otro cuerpo, según adelantaron fuentes judiciales a Infobae, es inminente. Sin embargo, todavía casi todo lo que rodea al doble crimen es un misterio.

De acuerdo con lo que trascendió en los medios locales, el menor de los Castro supuestamente confesó que además de asesinar a las mujeres, las descuartizaron y luego las habían arrojado en un aljibe viejo, en el fondo de la vivienda. Pero las fuentes policiales consultadas por este medio, mantuvieron cautela y se abstuvieron de confirmar este dato hasta no encontrar los restos de las víctimas.

En ese sentido, sólo se limitaron a decir que rescatistas del Departamento Unidades de Alto Riesgo (Duar) buscaban los restos de las víctimas en un pozo viejo. Sólo ahí -aclararon- se comenzará a corroborar si efectivamente las dos mujeres fueron descuartizadas por los hermanos. Lo único que se sabía con certeza hasta el momento es que se buscan dos cadáveres. Si bien todavía figuraban como desaparecidas, era prácticamente un hecho que fueron asesinadas. Ahora sólo resta saber cómo.

Las versiones mediáticas locales son diversas. Además del posible desmembramiento, ahora se habla de que habrían sido asesinadas a balazos e incluso a golpes. “Es imposible saberlo por ahora. Sólo sacaron uno de los cuerpos luego de una tarea minuciosa del Duar de la Policía y de los Bomberos. Falta el otro”, completó la fuente.

Por su parte, fuentes judiciales con conocimiento de la investigación que lleva adelante la fiscal Andrea Martín, del fuero de Violencia Familiar de Córdoba, precisaron a Infobae que en la zona donde se concreta el operativo de búsqueda “comenzó a sentirse un olor cada vez más nauseabundo” desde las horas de la mañana. Sólo era cuestión de tiempo hasta encontrar los restos. Pocos antes de las 11, finalmente se confirmó el hallazgo de uno de ellos.

Un dato que pudo corroborar este medio es que luego de la detención de los sospechosos, después de los allanamientos ordenados por la fiscal Martín, los efectivos retiraron del lugar bolsones que contenían ropa, documentación y carcasas de celulares, mientras que en el interior de la vivienda se hallaron palas, machetes, hachas y una maza con manchas de sangre. Ambos quedaron imputados por doble homicidio calificado. Todavía no declararon.

Quiénes son las víctimas y cómo se descubrió todo

Las mujeres fueron identificadas como Esther (41) y Sara Castro (39), a quienes vieron con vida por última vez hace al menos 10 días. La investigación se inició después de que el pasado sábado por la tarde, los dos jóvenes acusados fueron interceptados por la patrulla policial en medio de una escena sospechosa: caminaban por la ruta de las Altas Cumbres, acompañados de una adolescente de 17 años, dos nenes de 12 y 6 y un bebé.

En este punto la historia comenzó a tornarse oscura y escabrosa. De acuerdo con lo que trascendió, el par de hermanos le explicó primero a la policía que caminaban por la ruta porque su objetivo era irse de vacaciones hasta la localidad de Mina Clavero. Señalaron que el viaje lo habían iniciado en un remis, pero que luego de una discusión por la tarifa con el chofer, se bajaron en medio del camino. Además, le aportaron a los policías el dato de que vivían en una casa de la calle Oscar Cabalén al 6500, del barrio Autódromo, y el teléfono de su mamá, Esther.

La explicación les resultó insuficiente a los efectivos y trasladaron al grupo familiar hasta la comisaría de Villa Icho Cruz. Allí, los efectivos contactaron a un tío para que los fuera a retirar. El hombre se hizo cargo de los más chicos y llevó a los más grandes hasta el domicilio donde vivían. Allí notó que ni Esther ni Sara estaban presentes. Habló con los jóvenes y fue allí que le contaron lo que habían hecho.

El hombre, espantado, acudió a las autoridades y dijo que Ester y Sara estaban desaparecidas y que creía que sus sobrinos las habían asesinado. Cuando llegaron a la casa, los jóvenes no se resistieron y admitieron el doble crimen, mientras que la adolescente de 17 años aparentemente les contó con más detalles lo que habían hecho. Según Cadena 3, la joven dijo que los asesinatos supuestamente ocurrieron el 24 de septiembre en medio de una discusión. Habló de machetes, golpes y sangre. La testigo quedó detenida como encubridora.

Un vecino del barrio contó esta tarde a la prensa local que en el domicilio investigado convivían “varias personas de una misma familia”, a quienes describió como “muy raras”, ya que “no mantenían contacto social, vivían encerrados y aparentemente practicaban algún rito religioso extraño”.