En la Casa Rosada consideran que la puesta en marcha de la transición es la forma implícita de reconocer la caída en las elecciones. “Esperamos que se actúe con la máxima responsabilidad respetando la voluntad popular”, expresaron

1 de Noviembre de 2022

El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, junto al presidente brasileño, Jair Bolsonaro

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, brindó un breve discurso en el Palacio de la Alvorada, un día y medio después de perder las elecciones nacionales frente a Luiz Inácio Lula da Silva. En un clima de tensión creciente por los cortes de rutas por parte de simpatizantes bolsonaristas, el mandatario evitó reconocer la derrota en forma explícita. En su breve discurso ni siquiera nombró al presidente electo.

En la Casa Rosada relativizaron la falta de un reconocimiento explícito por parte de Bolsonaro y consideran que el Jefe de Estado aceptó la derrota en forma implícita. Fue a través de la palabra de su Jefe de Gabinete, Ciro Nogueira, quien confirmó que cumplirá con el proceso de transición.

“Cuando se convoque con base en la ley, vamos a iniciar el proceso y la transición”, expresó Nogueira. Además, el vicepresidente brasileño, Hamilton Mourão, se comunicó ayer con su par electo, Geraldo Alckmin, para poner en marcha la transición. Otro gesto con el que queda claro que el Gobierno reconoció la derrota.

Jair Bolsonaro durante la conferencia que brindó en el Palacio de la Alvorada (REUTERS/Adriano Machado)Jair Bolsonaro durante la conferencia que brindó en el Palacio de la Alvorada (REUTERS/Adriano Machado)

Por último, Flavio Bolsonaro, el más moderado de los hijos del Presidente y actual senador nacional, se expresó a través de sus redes sociales en las últimas horas. Si bien, al igual que su padre, no reconoció explícitamente la derrota, sostuvo: “Levantemos la cabeza y no renunciemos a nuestro Brasil”.

“Bolsonaro dio un marco institucional a la palabra de Nogueira, que aparte de ser Jefe de Gabinete, es uno de los dirigentes de mayor confianza que tiene. Lo que hizo fue asumir el resultado electoral autorizando a su Jefe de Gabinete a comenzar la transición”, indicaron en la Embajada argentina en Brasil, que conduce Daniel Scioli.

En el oficialismo no ven ningún tipo de traba para que comience la etapa del traspaso de mando que culminará con la asunción de Lula Da Silva el 1 de enero del 2023. Estiman que no debería haber inconvenientes en los próximos dos meses, tiempo que le queda al Presidente en el poder.

En el Gobierno creen que parte de la dureza del discurso de Bolsonaro es para quedar parado como el líder de la oposición, luego de haber logrado el 49% de los votos en una elección muy cerrada y dividida. “No hubo pruebas de fraude ni reclamos con asidero”, indicaron en Balcarce 50.

Alberto Fernández visitó el lunes a Lula Da Silva pocas horas después de ser electo presidente  (Esteban Collazo/Presidencia de Argentina. Fotografía provista por un tercero.)Alberto Fernández visitó el lunes a Lula Da Silva pocas horas después de ser electo presidente (Esteban Collazo/Presidencia de Argentina. Fotografía provista por un tercero.)

En el oficialismo esperaban la palabra de Bolsonaro porque la conducción de su espacio político es muy verticalista, por lo que sus expresiones tienen un valor decisivo y un peso específico.“Tenía que cortar con el silencio de estas horas porque el clima de tensión era cada vez más grande. Lo que hizo fue reconocer la derrota de una forma indirecta”, indicaron en el entorno de Scioli.

En las últimas horas, varias rutas del país fueron cortadas por camioneros y militantes afines a Bolsonaro, generando un caos de tránsito, problemas en los accesos a ciudades importantes y un clima político enrarecido debido a la falta de reconocimiento de la derrota en las elecciones del domingo.

En el momento que dio la escueta conferencia, el presidente de Brasil aseguró que “los movimientos populares son fruto de indignación y sentimiento de injusticia por cómo se dio el proceso electoral”, y sostuvo que “las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas”.

Puso así sus reparos sobre la forma de protesta. Dijo que los métodos de las protestas “no pueden ser los de la izquierda, que siempre perjudicaron a la población, como la invasión de propiedades, la destrucción de patrimonio” y no permitir “el derecho de ir y venir”.

En el Gobierno creen que el discurso de Bolsonaro y el comienzo de la etapa de transición bajarán el nivel de tensión en las rutas con los militantes bolsonaristas (REUTERS/Roosevelt Cassio)En el Gobierno creen que el discurso de Bolsonaro y el comienzo de la etapa de transición bajarán el nivel de tensión en las rutas con los militantes bolsonaristas (REUTERS/Roosevelt Cassio)

En la Cancillería, que conduce Santiago Cafiero, esperan que “se actúe con la máxima responsabilidad respetando el proceso electoral y la voluntad popular”, y que se “facilite la transición, que ya está en marcha”. Entienden que no habrá inconvenientes en los dos meses que aún quedan de gestión.

Además, indicaron que “la palabra de Bolsonaro debe contribuir a volver a la normalidad en las rutas de Brasil y descomprimir esta situación que se generó”. En ese sentido, señalaron que “los gobernadores de los distintos estados ya están actuando porque ellos también son ganadores y no quieren iniciar esta nueva etapa con un conflicto”.

En el gobierno nacional hay expectativa por el comienzo de la nueva etapa política en Brasil. No solo por el impacto electoral que puede generar en la región el regreso de un gobierno popular al frente de la economía más importante de Sudamérica, sino también por la relación bilateral y la integración entre ambas naciones.